3,5 toneladas de material seco, tres trabajadores y poco espacio: el encargo que le habían transmitido al maestro embaldosador Jens Werner de la localidad de Sternberg en la Baja Franconia era el siguiente: colocar azulejos en 31 metros cuadrados de la zona de cocina de una cantina de empresa.
Primero había que asentar la subestructura con una altura de montaje de entre 70 y 80 mm de enlucido de cemento. El desafío estaba claro: la obra estaba en la primera planta de un edificio comercial y el montaje tuvo que realizarse sin interrumpir la actividad. Para Jens Werner y sus empleados, esto significaba por un lado que tenían poco espacio para realizar su trabajo y, por el otro, que debían generar el menor perjuicio posible a la actividad de la empresa. En cuanto al enlucido de cemento, la empresa Werner se decantó por una mezcla seca instantánea, Novoment M3 plus de PCI. Aunque la superficie no era muy grande, la altura de montaje propició que se usaran 3,5 toneladas de material. Así que enseguida surgió la duda de la tecnología de mezcla. En este contexto, la empresa Werner contaba con la ayuda de BayWa Würzburg, que le suministró rápidamente una mezcladora de circulación forzada TMX 1000 directamente a la obra. Con esta máquina habían encontrado una solución adecuada para la mezcla del material pesado. En un proceso de mezclado se prepararon 3 sacos de enlucido de 25 kg sin ningún problema.
La TMX 1000 parece predestinada a espacios reducidos. Ya que la mezcladora se puede cargar por arriba, vertiendo el material directamente en el tambor de mezcla, en este contexto, el abresacos abre los sacos y el contenido acaba en la mezcladora de forma precisa. Además, el recipiente de mezcla de 100 l tiene una capacidad suficiente para de tres a cuatro sacos del material seleccionado y el agua de mezcla requerida. La herramienta mezcladora de tres brazos recoge todo el material con 30 revoluciones por minuto y permite un buen manejo de la pesada masa y unos resultados de mezcla óptimos. A diferencia de una hormigonera convencional, el material granulado y húmedo no se seca y la herramienta mezcladora lo recoge íntegramente con un número de revoluciones bajo, pero un par de giro elevado para facilitar la mezcla. Además, para Jens Werner era especialmente importante que la mezcladora de circulación forzada contaba con un despolvoreador, ya que la obra estaba en el interior. El polvo de cemento inevitable durante el llenado está lejos de ser saludable. Así, se conectó un despolvoreador a la TMX 1000 y los trabajos se realizaron sin polvo. Consecuencia positiva: el entorno apenas se ensució de polvo.
La cantidad añadida de agua también es determinante para lograr una calidad constantemente alta, razón por la que la empresa Werner ni se planteó prescindir de la AQiX de Collomix en la obra. Así, pudieron conectar la manguera de agua directamente a la dosificadora de agua y añadir la cantidad deseada de agua con solo pulsar un botón. Ya que, cuando se alcanza la cantidad de agua preajustada, el aparato se desconecta automáticamente. No solo evita la molesta carga de cubos de agua, sino que garantiza que cada mezcla es exactamente igual a la anterior. Las mezclas instantáneas de material requieren la máxima precisión a la hora de añadir el agua para lograr un resultado idóneo. Un poco de agua de más o de menos repercute inmediatamente en la procesabilidad del material y puede provocar modificaciones en las características del material o el procesamiento.
Después de unos 90 segundos ya estaba mezclada cada carga de material y se vertía en un cubo de transporte mediante la corredera de suelo. Como cada carga mezclada pesaba unos 100 kg, usaron un carro de transporte, similar a una carretilla, porque era la única forma de que una sola persona transportase esta cantidad hasta el lugar de aplicación. Después de dos horas y media se habían procesado las 3,5 toneladas completas de material seco en 48 mezclas, en gran parte, gracias a la TMX 1000 y los demás prácticos medios auxiliares. Por ello, según declaraciones propias, a Jens Werner y sus dos compañeros les mereció la pena comprar la mezcladora compacta de Collomix, ya que la velocidad y calidad de mezcla no defraudaron y el concepto de máquina, el manejo y la limpieza son muy sencillos. Según afirma él mismo, la empresa siempre tiene que realizar algún trabajo de enlucido menor y también colocan bases para terrazas. La TMX es perfecta para los morteros necesarios y reduce el esfuerzo físico concluye finalmente Jens Werner.