Efecto de mezcla de los distintos varillas mezcladoras

El efecto de mezcla más común actúa de abajo a arriba (tipo WK y MK). Es perfecto para materiales con componentes pesados, como el mortero, el enfoscado, el enlucido o el hormigón. Gracias a su efecto de giro a derecha, los mezcladores se introducen en el material que se va a mezclar por sí mismos, como si se tratara de un tornillo y transporta los componentes pesados hacia arriba. Este efecto de mezcla también reduce el esfuerzo físico necesario durante la mezcla.

En la mezcla descendente, las aletas de mezcla presionan el material de arriba a abajo. Este efecto de mezcla se suele preferir con materiales suaves o de baja viscosidad, como las masas, pinturas, revestimientos, enfoscado con yeso autonivelantes para evitar que el medio salpique. Si se mezclan materiales de mayor viscosidad con estos mezcladores, hay que tener en cuenta que se requiere un mayor esfuerzo.

El efecto de mezcla describe un movimiento lateral de material, ya que la estructura constructiva del mezclador no cuenta con piezas orientadas hacia arriba o hacia abajo.  Así, la geometría irrelevante de la cesta del mezclador KR actúa frontalmente contra la formación de grumos y una homogenización rápida gracias a sus elevadas fuerzas de cizalla. Por ello, es el elemento perfecto para mezclar cola de azulejos. Además, su barra transversal garantiza un desprendimiento de material limpio del fondo del recipiente.

Dos mezcladores girando en dirección opuesta generan una denominada mezcla forzada. En este contexto, el material se fuerza a tomar el camino por la zona de mezcla entre los dos mezcladores. Esto provoca una  mezcla rápida e intensiva del material. Este principio de mezcla se recomienda con sustancias especialmente difíciles de mezclar (p.ej. enlucido de hormigón, materiales con base de resina sintética, etc.). A su vez, los pares de giro de ambos mezcladores se compensan frente a la máquina, lo que facilita notablemente la mezcla para el usuario.